Dos estudios independientes apuntan a la gran amenaza que suponen los incendios forestales para la conservación de la selva de la cuenca del Amazonas en Brasil.
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/9/91/Amazon_Deforestation_in_Rondonia%2C_Brazil.ogv
By NASA/Goddard Space Flight Center (Goddard Multimedia) [Public domain], via Wikimedia Commons
Pese a lo que queremos ver o a lo que el gobierno brasileño vende, la realidad es que la selva amazónica está en retroceso y gravemente amenazada. Así parecen indicarlo informes recientes.
En el primero de ellos, realizado por un equipo internacional de 11 universidades diferentes, sostiene que el impacto humano sobre la selva amazónica brasileña se ha subestimado groseramente.
Según este estudio, la tala y los incendios producen unas pérdidas de 54.000 millones de toneladas de carbono que terminan aumentando el efecto invernadero.
Este estudio es el mayor realizado hasta la fecha sobre el asunto y está basado en 70.000 muestras de árboles y suelos en 225 lugares de la Amazonía brasileña.
La degradación comienza cuando se buscan árboles de madera de alta calidad, que, aunque se realice selectivamente, termina dañando a los árboles adyacentes. Una vez se ha dañado de este modo la selva, el dosel vegetal presenta claros que hacen las condiciones más secas y aumentan la exposición al sol y al viento, aumentando con ello el riesgo de que los incendios se propaguen más fácilmente. Al final el bosque primario es destruido y queda una cubierta vegetal de matojos y árboles pequeños que almacena sólo un 40% del carbono que el bosque primario que lo precedió.